La Resistencia 2012
Número 1 / 7 Jul 2010
Dirección: Jorge Manzanilla
palabrasgrietas@yahoo.com.mx
En la edición: Denisse Sánchez Erosa .
Bárbara López León . Argentina Casanova .
Mario Pineda . Adán Echeverría
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DAME MÁS Y MÁS DURO
MARIO PINEDA
Partiendo desde la narcoviolenta frontera tijuanense hasta las cheleras costas
yucatecas, se puede encontrar en todo el territorio mexicano a millones de
ciudadanos adictos al masoquismo político. Conforman la barata fuerza de
poder (al cargar un cerebro que se excita y se vuelve manejable) cuando
empiezan los pomposos discursos fraternos, salvadores y hasta
"revolucionarios" que exclaman los candidatos en pedestales partidistas.
En el transcurso del periodo electoral hacia el año 2012, estos seres
buscarán grotescos placeres para perder la memoria y la voluntad de su
razonamiento democrático. Como siempre, asistirán a mítines donde estarán
parados, sentados o hincados, bajo cualquier madriza del tiempo, gritando
porras monumentales a cambio de extensos latigazos de promesas (mentiras,
mentiras y más mentiras -sigue, sigue).
Asimismo disfrutarán frente al televisor, la fastidiosa serie de comerciales
espinada de promesas (otras mentiras, ahhh) y agresiones mamonas (que no
mamadas y mucho menos sabrosas -como debiera ser). Además se clavarán,
donde sea y por todas las esquinas, las sarcásticas sonrisas de sus candidatos,
a quienes alabarán como si tuvieran los súper poderes necesarios para
transformar a México en un país del primer mundo (todas chicas
súperpoderosas, con sus ojazos tipo el Gran Hermano).
El primer domingo de julio del citado año, es la fecha más esperada por
estos masoquistas, pues entrarán a las urnas para elegir por medio del voto
democrático (jajaja) al supremo castigador que ejercerá sobre ellos una
violencia con duración de seis años (más, de estos celebratorios -a la fuerza-
doscientos años de país); suficiente tiempo, para que el nuevo Presidente -así
electo, según ellos- los pueda joder con erecciones bien largas de impuestos,
escupirles en el rostro el jugoso desempleo y violarlos con falos de mentiras,
órdenes gringas, mañas católicas y otras perversiones de rutina (no se descarten
originales perversiones tipo “pero papito si tú eres mi rey, mi precioso”) del
malvado (o viciado) poder ejecutivo.
Como van las cosas, y según las últimas estadísticas electorales, la
mayoría votará por un cambio, con un voto de castigo (ay si tú), porque ya no
se satisfacen con tantas muertes inocentes ligadas a la mal planeada guerra
contra el narco (mátenme pero de frente), tampoco con los impuestos en la
gasolina, inventos de epidemias, despidos masivos, crecimiento de la
inseguridad nacional, el clásico racismo y un chingo de jodas más (háganse
su lista propia).
Como estarán bien excitados al momento de poner la tacha, elegirán al
candidato del partido con quizá buenos antecedentes (el menos pior, diremos)
en el manejo del latigazo y la metida de consoladores populacheros. Pues en
su experiencia de setenta años, resalta la masacre y desapariciones en vez del
diálogo pasivo, dos crisis financieras (en lo que llevo de vida), robos del
erario, dedazos, inventos de impuestos y represión fascista como comunista
(no se ni de qué color viene el madrazo).
Y para concluir, un dato y un aviso: los referidos seres viven en una
adicción tan densa, que no recuerdan o desconocen el saludable valor de la
abstinencia.
Por eso, tratar de rehabilitarlos en estos días sería una pérdida de tiempo
o una hazaña inolvidable, ya que en el 2012 serán obedientes víctimas de una
orgía proselitista de aspirantes a diputados locales y federales, senadores,
alcaldes, gobernadores y presidencia. (Resistir es lo que queda).
PERFORMANCE
ADÁN ECHEVERRÍA
Todo oscuro.
Se escucha un caminar de botas. Una luz ilumina un inodoro con forma
de serpiente, o mas bien con forma del mapa de México, pero la neta es que
semeja una serpiente babeando su veneno en la cifa.
Un hombre camina hacia el inodoro. Se baja los pantalones y se sienta
en el inodoro. Los espectadores solo pueden ver sus botas que van zapateando
a ritmos lentos, y pueden sentir el hediente olor que se extiende como niebla
sobre el auditorio.
El hombre deja que el espectador sepa que lee un periódico. Cambia las
páginas del periódico mientras puja. La luz se abre, y se le ve con sombrero
vaquero y grandes bigotes. Quiere tomar el papel sanitario y se percata que no
queda. Entonces estruja el periódico y ve manchadas sus manos de negro, lo
hace un lado. Saca del bolsillo de sus pantalones unas boletas electorales.
Toma una y la dobla para dejar justo el espacio de un partido blanco y azul, se
lo pasa en el culo y lo embarra. Toma otra boleta y la dobla para dejar la cara
de un partido tricolor, lo pasa en el culo y lo embarra. Dobla otra boleta, esta
cara es amarilla con negro, embarra. Quiere doblar otra boleta, pero los pedazos
son muy pequeños... así que dobla la boleta y embarra donde caiga... qué
importa el color, ¡Tomen sus alianzas grita!
Oscuro
Se oyen tacones. El mismo inodoro. Una mujer de tacones altos y vestido
rojo, con una boina militar color rojo, tambaleante se acerca al inodoro con
forma de serpiente. Se arrodilla ante el y va vomitando serpentinas... ¡Tomen
su celebración!, grita.
Oscuro
Se escucha que sueltan la llave del inodoro y se oye una ráfaga de balas.
Fuegos artificiales van formando ¿Viva México? en el aire.
PROÉTICA
JUDITH SANTOPIETRO
Me arrepiento de tanta inútil queja, de tanta tentación
improcedente. Son las reglas del juego inapelables y justifican
toda, cualquier pérdida. Ahora sólo lo inesperado o lo imposible
podría hacerme llorar: una resurrección, ninguna muerte.
Ángel González.
Algunos poetas se masturban con palabras,
a mí la poesía me hace los mandados,
me carga las maletas, me acerca las pantuflas.
Los arquitectos se vuelven versólogos
versificantes del verso variado,
y construyen palindromas hasta el cielo.
A mí la poesía me cae del ducto del infierno,
me incendia el cuerpo, me retuerzo en sus silencios
y su andamio poético se desvanece
en el verso variado de los versificantes
versólogos frustrados.
Esta es una publicación de la Catarsis Literaria El Drenaje.
Si algo aparece publicado acá, seguro es que coincidimos en ideas.
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