Grietas 04

Autorretrato en rojo / Denisse Sanchez Erosa

Un pasquín del Grupo
La Resistencia 2012
Número 4 / 28 Jul 2010
Dirección: Jorge Manzanilla
palabrasgrietas@yahoo.com.mx
En la edición: Denisse Sánchez Erosa .
Bárbara López León . Argentina Casanova .
Mario Pineda . Adán Echeverría

Descarga el pasquín en PDF:

http://www.megaupload.com/?d=0NCM8MLM









EN EL AÑO DEL BICENTENARIO
KARÍN MIJANGOS


En el año de nuestro bicentenario histórico, hipermencionado y
publicitariamente violentado con malicia romántica; utilizado políticamente
para calmar la furia ciudadana, asqueada de sangre y miedo, servido a la mesa
por la teleprisión, nos llegó a los yucatercos las elecciones recientes y para
los meridanos, la escultura de los Montejo en su Paseo. Sí ya de por sí tiene el
nombre la Cerveza, el salón de fiestas, el Mega fraccionamiento sucursal del
DF -que por la deforestación y lo que significa la enorme mancha de cemento,
es la zona más caliente de la ciudad- pues ¿qué más da que se le ponga una
estatuita?
Lamentablemente esa decisión, que supongamos (para no ponerle más
sal al caldo) fue mandada a erigir sin mala fe, que se consultó a la ciudadanía,
que no tuvo como fin gastarse el presupuesto en una pendejada de última
hora, que se hizo convocatoria a la comunidad de creadores locales o cuando
menos alguien de nosotros supiera algo, antes de que nos llegara la sorpresa
en bronce de tales personajes; en este año tan poco propicio por las fechas
que son referencia del extremo al que llegaron nuestros abuelos.
La escultura ha generado a lo largo de estos días una discusión sin
precedentes entre las y los jóvenes. Años antes, no lo había logrado ni el
monigote que se consideró que era lo mejor que se podía forjar con la idea de
Jacinto Canek. Para el ayuntamiento de entonces, para el "Genial Artista",
para quienes deciden qué pagar con nuestros impuestos, tales valores libertarios
debían expresarse en tales materiales, en tales formas.
Participando en las redes sociales descubrimos que hay en nuestras calles
y avenidas, en nuestras discusiones, las mismas preguntas ¿quiénes somos?
¿qué es ser mestizo, yucateco, meridano, narcotraficante, indígena, casta divina,
clase política, todos con grandes familias? ¿qué somos cuando decimos "La
Raza"? ¿qué es Cultura?
¿Por qué mierdas pusieron ese estúpido bronce en mi fiesta de
cumpleaños? gritarían los abuelos que murieron a manos de los esclavistas de
esos entonces. ¿Por qué no? Dicen quienes suponen que esta población humana
comenzó a tener vida, religión, sentido, entendimiento, sabiduría, memoria y
nombre a partir de que los Montejo le dijeron al rey de España que habían
fundado Mérida un 6 de enero. ¿Qué somos? ¿Hacia dónde como Patria
vamos?  Dirían LFC (Los Fabulosos Cádillacs, esta vez no Luz y Fuerza del
Centro): ¿Hay algo qué festejar?
La escultura, que desde el auto parece bella, no es el regalo que
esperábamos muchos para tal celebración. De por sí ya es difícil ovacionar
algo con la inseguridad y la zozobra con que vivimos los ciudadanos ante la
muerte blanca, la Cínica Corrupción, la Milicia, la Justicia del Gobierno, la
Mafia Organizada, el Cambio Climático, las Voraces Trasnacionales y el
Desempleo. De por sí aun no nos recuperamos del teatro electoral y la narco-
guerra, de los medios de comunicación sometidos, de la represión y el robo
de nuestras tierras, de ser los menos. Ya estaba cabrón aceptar que la fiesta
estaba jodida, que es un mal año a punto de huevo-güero.
A los que se les debe la escultura se nota que explotaron de creatividad
y sesudez para decir las sabias palabras: "¡Manda poner esa ma'e, se va a ver
chingom y la ciudad vastar contenta, pollom!". Sin duda era su Obra Magna,
su despedida, lo que habría de llevarlos a la historia. Y lo lograron.
Discutimos desde entonces con y sin argumentos. Defendimos nuestras
actuales trincheras desde la palabra y parece que como ciudad hemos
despertado de la centenaria flacidez. Las situaciones de crisis dejan ver lo
mejor y lo peor de nuestros cuerpos, las ideas tontas rápidamente revientan y
la mayoría ignorante permanece en pasividad alerta, sobreviviente, guiándose
por la inmediatez.
Esta reunión ciudadana es desde luego una señal de cambio, si algo tan
insignificante como un bronce nos hace llegar hasta aquí, deberíamos como
ciudad ver la realidad del campo y movernos por algo más trascendental y de
largo plazo: que en los próximos cien años, la descendencia de nuestra
descendencia tenga algo que festejar. Educación, Comunicación, Participación,
Organización: Voto Ciudadano.
Sólo mediante la Educación, la Libertad, la Justicia y la Paz (las de
verdad, no las Oficiales) un pueblo se organiza y puede evitar ser víctima de
engaño y de violencia, ser dueño de la riqueza que sus esfuerzos conciben. La
ignorancia nos mantiene empobrecidos de ideales, carentes de pasado,
permanecemos, pese a todo, en calidad de esclavos; el dinero no nos hace
libres ni felices.
Que esta conmemoración familiar sea la última de esta manera.
El mejor regalo, la mejor celebración, la mejor obra maestra la hacemos
en nuestras vidas, si podemos ser en lo individual independientes, críticos,
sensatos dejaríamos de ser, tal vez, un poco esclavos.




ACERCA DE UN HOMBRE QUE OBSERVA UN MONUMENTO
DENISSE SÁNCHEZ EROSA





Un hombre parado en medio de una avenida contempla un monumento (de
concreto o de metal, es indiferente) y se sorprende de la sensación que a
diario experimenta para sus adentros, el malestar, vehículo y vía que  atraviesa
la hostilidad del territorio subcutáneo. Este observador voltea la mirada,
rechazando categóricamente la problemática de su realidad concreta: opta
por invertir todas sus esperanzas en una efímera linealidad y, en un burdo
intento por abrazar una historia fragmentada, erige héroes y genera anti héroes,
cayendo con esto en la trampa de ver pasar la vida mientras despeja el camino
rumbo a la reproducción infinita de modelos que lo autogeneran y
autodestruyen. Sucede que mientras este hombre observa aquel monumento
erigido a la memoria nacional, otro hombre con características similares
convierte al observador en observado y, a la vez que se rasca la cabeza, for-
mula para sus adentros la pregunta. ¿Será posible romper con la enajenación?
¿Cómo acabar con estas malditas vueltas a la glorieta del etnocentrismo
(llámese yucateco, mexicano o latinoamericano)? Luego observa las orillas
de la vía y se imagina que tal vez exista una solución: abrir un paso alternativo
irrumpiendo en un punto cualquiera de la circunferencia vial y comenzar con
el arduo proceso de ascenso en espiral  mediante el ajuste de la imagen ideal
a la imagen real y no a la inversa (esto sería continuar con un absurdo y la
memoria histórica es testigo presencial en dicho fracaso). Ahora este segundo
hombre se ha topado con  un gran obstáculo: para lograrlo será necesario que
todo observador/observado se asuma a sí mismo como ser multicultural,
híbrido y, aunque económicamente subdesarrollado, logre sacudirse los
conflictos y traumas ancestrales, que le permita relajar un poco los juegos de
oposición, por lo que una vez consiga lo anterior, intente recuperar la máxima
de las libertades: construir y asumir la responsabilidad sobre sus propios
caminos-realidad que el futuro exija.



DISEÑO DE UN LABERINTO DESCONECTADO
JORGE MANZANILLA


He cortado el cable que me escurría por los dientes,
he vomitado el aserrín y otras intoxicaciones.
(Algunos dicen que se llama rabia)
Yo digo que se llama estallido que comienza por la pelvis
y termina por la lengua nebulosa del sexo.
(Esto corresponde al sueño de ayer y a los anteriores versos)
Hoy no tengo una conexión entre la piel y la saliva,
por mi culpa, por mi culpa por mi malparida culpa,
soy vidente noctámbulo entre el malva rojiza de ataraxia.
partitura de humo, estampida en silencio,
raíz y agonía, macilante llanto en plena tierra fresca.
Doy vueltas cuando el reloj explota en el caos matemático,
cuando las palabras se esfuman en el estornudo del filósofo
y del crítico literario.
Agrego la convicción de nada en épocas utópicas,
falange inverosímil del vacío.
No hay un conductor fijo en la levadura del lenguaje.
Nada queda cuando cierro los ojos.



Esta es una publicación de la Catarsis Literaria El Drenaje.
Si algo aparece publicado acá, seguro es que coincidimos en ideas.