miércoles, 23 de marzo de 2011

Grietas 55

Un pasquín del Grupo La Resistencia 2012
Número 55 / 23 Mar 2011
En la edición: Denisse Sánchez Erosa . Argentina Casanova . Ileana
Garma . Mario Pineda . Adán Echeverría . Joelia Dávila . Jesús Bartolo


Dirección: Jorge Manzanilla
palabrasgrietas@yahoo.com.mx










Ligia Chan Brito








DECONSTRUCCIÓN
JOELIA DÁVILA


Antes de colgar el teléfono ya no podía hablar, casi ni escuchar. Mi padre trataba de calmarme diciendo que era lo mejor, que pronto estaríamos bien y que mi bienestar era lo más importante de su vida. Y mientras lo decía, lo más importante de la mía se desintegraba. El concepto de familia. Mi concepto de familia.
El concepto de mi familia. Junto a ella también se perdía la lealtad, la honestidad, la solidaridad, la confianza, el amor, y en su lugar se levantaba, lúgubre, la traición. Un nuevo concepto de familia se convertía en la antítesis pura de mi existencia.
Todo empeoró cuando vi a mi madre tratando de aparentar una tranquilidad que no recobraría en mucho tiempo. En sus ojos quebrados de llanto seco se me fueron las preguntas, mudas, de lo que significaba una familia que de pronto se rompía en tres pedazos y yo y sólo yo me quedaba con ella. Sumando la ausencia de mi padre, de quien ese dolor por teléfono no era más que un estatequieto, a la de mi hermano, frío y lejano, la familia que yo tenía como base de toda mi existencia no existía más. Las palabras se revolcaban en mi cabeza: familia, incondicionalidad, lealtad, familia, cuatro, abandono, familia, furia, familia.
"Eres tú, eres única en mi vida, eres lo que yo anhelaba para darte el corazón". Los Moon Lights comenzaron a escucharse como si una remota bocina se hubiera encendido de pronto. Era su canción y normalmente me recordaba a los dos bailando en una fiesta noventera, enamorados. Ahora sólo creaba una confusión insoportable en donde, como en el mundo de John Malkovich cuando se mete a su cabeza y mira a través de sus ojos y todos fuera de él son él mismo, ahora yo me convertía en el esposo ausente, en la esposa engañada, en el hijo indiferente. Pero a la otra hija, la que soy, no sabía afrontarla. La estructura familiar, padre junto a madre soportando a los hijos, como una torre bien cimentada, pasaba a ser una columna débil sin cimientos en donde yo era esa columna y mi madre la gran trabe que yo debía sostener.
En la ingeniería hay una regla: las bases deben ser más fuertes que lo que soportan otodo se derrumbará. Mi tranquilidad mental se basaba en ese precepto por demás experimentado en mi vida, los cimientos fuertes que mis padres como matrimonio me habían colocado, me dejaban fraguar las columnas que yo quisiera sobre esa gran losa de cimentación. Ese día, sin embargo, la losa se quebró: No tenía el suficiente acero, el colado había sido pobre, pero los vicios ocultos eran lo más impresionante. Me convertí entonces en la deconstrucción andante. Ahora soy una columna rota que ya no sabe cuál es su papel.





CUNA DE DESAPARECIDOS
JOELIA DÁVILA



¿a dónde fuiste la noche de la batalla sublingual?
esa en donde no dije lo que arrastraba
esa en donde tronó su llanto
esa en donde caíste del cielo
bandadas de hipocresías se desprenden de tu boca
verdades que ocultas por costumbre
veneno que de un sorbo va matando
a lo que una vez germinaste
cuna de desaparecidos
semilla de recelos
brevario de resentimientos
el tiempo no cura todo
directamente proporcional a los años
es el olvido de una vida
tan larga como la mía





AHORA SOY UN ÑAQUE
JULIO CÉSAR FÉLIX



No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Federico García Lorca



1

Las plegarias del ayer confundidas en el aroma de la calle vienen a decirme que mi ausencia no se encuentra por ningún lado, que todos los hilos de la memoria de donde colgaba mi gracia se han refundido en el fondo de una cueva despojada de sus ñaques, residuos pues. Es hora de silenciar al azulejo, levemos anclas y gritemos eufóricos a la hora de las hojas blancas…
2
Escucho el primer movimiento de la quinta sinfonía de Mahler; es viernes por la mañana. Viernitos extraño pero con ventanas de aire. Aunque sin sentir de cerca esa gran masa que los griegos llamaban okeanós, que rodeaba el disco de la Tierra y que comenzaba más allá de las Columnas de Hércules. Eso sí me pone melancólico -los sonidos continúan.

Ya escuché a Scriabin interpretado por él mismo y por Horowitz; algunos preludios y un poema; ahora intento escuchar a Shöenberg...éste me distrae.

Todos los días quiero dejar de sentirme como un ñaque. Estoy harto de los días lunes; son días vacíos y sin chiste; a mí no me han pasado cosas gratas en lunes. Creo a nadie que conozca. Musicalicemos al viernes náufrago.





LA LEY DE LOS CUERPOS
ANDRÉS CISNEROS DE LA CRUZ



Mordaz la ley de la garra
(del perro que rasguña no los ecos, sí en el cráneo de la mente
y evita el brillo de lo muerto en sus ojos de lodo
y sale a masticar los ventanales del cadáver
para pedirle residuos de su bagazo)
El hombre es el asma que escupe el mundo
-deberá ser comida de las bestias.
Si el hombre no sirve, que lo maten
que le amputen lo que sobra: uñas y párpados,
que le corten orejas a los sordos
que le saquen corazón a los cobardes
ojos a los que no quieren ver
¡tanto desperdicio de órganos!
para qué tantas manos inútiles
¡que las corten!
que amputen esos dedos
y se riegue con sangre el jardín de la inteligencia
Escucho estampida de arañas en el techo del mundo
Escucho que vienen por mí los tentáculos de los muertos
Escucho crujir las tijeras oxidadas que me partirán el cuerpo en gajos
Pero antes envenenaré a los perros
que orinan el árbol endurecido de la vida
y esperaré
que les arrojen cal junto al cadáver de sus amos.

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