pe. eme colectivo
TRINCHERAS
JOELIA DÁVILA
Hay temas en los que se hace mucho ruido, pasa el tiempo y se olvidan. Hay temas en los que no se hace ruido y pasan desapercibidos. Pero hay temas en los que se hace ruido y las voces son calladas, con medios mudos, con instituciones fallidas o con balazos. Y hay veces en que las voces no alcanzan a ser escuchadas porque nadie quiere escucharlas. La indiferencia social es la mejor arma de la injusticia. Hace algunos meses mi mujer y yo celebramos que este país no estuviera detenido en el tiempo y avanzara en materia de igualdad y derechos humanos al avalarse en el D. F. el matrimonio entre personas del mismo sexo, y hace otros más que volvimos a sentir el peso del retroceso, la marginación y la desigualdad en nuestra propia ciudad, absurdamente privilegiada en el mapamundi, al aprobarse una modificación a la constitución del estado que pone candado a este tipo de matrimonios bajo argumentos o pseudo-principios moralizantes, que no van más allá de rendirle pleitesías a una iglesia que los tiene
agarrados del cuello. Y ahora mismo estamos viviendo una nueva decepción mientras coartan los derechos humanos básicos de las mujeres, en este y otros estados, en donde ya no tenemos opción de decidir sobre nuestro cuerpo. No se trata de que crea o no en el matrimonio, en dios o que desprecie la maternidad. Tampoco se trata de lo que crea una bola de señores trajeados que se sientan en sus laureles a decidir lo que está bien o mal para un país que, de hecho, no brinca
demasiado cuando se le pisotea. Se trata de tener la libertad de decir sí o no, y tener la mesa puesta. No pedimos un derecho que limite los matrimonios heterosexuales o que obligue a las mujeres a abortar, pedimos, al contrario, un derecho que amplíe las oportunidades. Se trata de hacer a la ley inclusiva y no exclusiva. En estos momentos estamos viviendo la exclusividad de la justicia en nuestro estado, Baja California: Se ha impuesto sobre la mesa pública una serie de ideas muy personales de los legisladores al aprobar las reformas que penalizan al aborto, bajo cualquier causa. En diciembre de 2008 el Congreso aprobó el decreto 175, el cual modificó al artículo 7 de la constitución del estado para considerar al individuo como nacido desde el momento de la concepción, para todos los efectos legales, hasta su muerte natural. Y ahora esta reforma ha sido avalada por la Suprema Corte así, tal cual, haciendo de la ley un instrumento exclusivo de ciertas mentalidades. Aquí se sentaron priístas, panistas y perredistas en sus sillones amplios y decidieron, según sus machistas mentes, retrógradas y limítrofes mentes, que la vida debe preservarse a costa de todo, incluso de la misma mujer que dará esa vida. Incluso en contra suya. Porque lo moral está antes que todo, porque todo individuo merece el respeto de sus derechos pero no la madre de este individuo, la cual tal vez fue violada, apenas tiene 12 años, es una adolescente a la que sus padres jamás le hablaron de sexo por vergüenza, es una mujer mayor, de pocos recursos, con muchos otros hijos, a la que su marido viola todas las noches, borracho y sin protección, drogadicta, sin más opciones que dejarlo abandonado en casa para ir a trabajar a la zona roja o a los abarrotes de la esquina o para ir a drogarse o vagar con sus amigos; una mujer que sufrió un accidente y su amado hijo fallece antes de nacer o su vida corre peligro. Eso no importa, esa mujer no importa, porque la mujer es sólo un estuche de vida, porque gracias a su fertilidad está destinada a procrear, gestar y parir, más allá de sus propios intereses y deseos.
Ni yo ni muchos de los que defendemos la libertad de decisión estamos a favor del aborto, no apoyamos la muerte bajo ninguna circunstancia, estamos a favor de la vida, pero también a favor de la libertad de decidir, de estar informados, de conocer. Estamos a favor de la educación sexual, de la igualdad de derechos, del
respeto. Los argumentos de quienes defienden estas reformas no pasan de ser moralistas y emocionales: Es que una vida tiene un destino, es que es un cuerpo que se destroza, es que dios no regala vida de oquis. Y yo les respondo entonces: El niño que está respirando cemento en el callejón, abandonado por su madre drogadicta, ¿de verdad tendría escrito ese destino?, los niños golpeados, abusados, maltratados, ¿no son cuerpos destrozados que deben soportar su destino simple y sencillamente por existir?, ¿no nos dio dios el libre albedrío y la capacidad para educarnos? Además se les olvida un punto más importante: La ley no siempre es justa y se imparte a los más pobres. En este estado, una mujer de escasos recursos que aborte por accidente tal vez no sea atendida en el Hospital General y, si la reciben, rápidamente la van a denunciar (como ya ha sucedido desde diciembre del 2008). Mientras investigan -si es que investigan- ella permanecerá en la cárcel sufriendo la falta de su libertad además de la pérdida de su hijo. Porque no sólo las mujeres que pasaron una noche de calentura sin condón son las únicas que abortan, también las que los desean y los aman, o las que son violadas, o las que se accidentan. En cambio, si la hija del gobernador sufriera una violación y quedara embarazada, antes de que se entere la cocinera de la casa, su mamá y ella se van de compras a San Diego y regresan con la menstruación al día. Nadie sabe, nadie supo. Entonces la cárcel es para quienes no puedan irse a San Diego a practicarse un aborto.
Pero ¿qué hacemos para luchar contra estos abusos, estos y muchos otros? Cada quien lo hace desde su trinchera, pero ¿es eso verdad? Algunos armamos trincheras. En el 2009 salimos las tres pe.eme a pegar pancartas, hacer videos, exposiciones, ponencias, enviamos correos, usamos las redes y logramos una voz fuerte y hasta conseguimos exponer en foros, sí, pero internacionales. Los contactos que nos llegaron, apoyaron y multiplicaron nuestras voces fueron contactos extranjeros, los contactos locales sólo fueron llamarada de petate cumpliendo a medias con un programa destinado a consumir cierta partida económica para los fines y coordinado por mujeres que, al final de cuentas, resultaban ser misóginas. Entonces, ¿quién lucha de verdad? El gobierno dicta a diestra y siniestra sin razón, sin lógica, dependiendo de lo que diga la iglesia o las estadísticas de las elecciones. Una cosa es cierta: Los que hacen ruido, los que alzan las voces con videos dramáticos de abortos o de niños sufrientes por vivir con dos padres que se visten de mujer, los que hablan en pro de la familia tradicional no son los más pero son los que tienen el poder y, por supuesto, la voz de los medios. Por nuestra parte tuvimos las puertas cerradas de los medios locales e, incluso, cada
comentario que se hizo a los periódicos que llegaron a poner notas sobre el tema, eran borrados inmediatamente, eso sin mencionar los comentarios negativos, no en contra de otras
formas de vida sino de los argumentos. A la gente no le interesa conocer y razonar, y a los medios no les conviene que lo haga. No hay una voz de mando para los que no somos representados. Las voces las tenemos nosotros. Pero hay que levantarlas, unirlas para que sean más gruesas. No voy a dejar de formar mi familia homoparental porque no pueda casarme, pero es real que necesito un papel para traspasar esta burocracia si quiero proteger a mi familia, a mis hijos, a mi mujer. Son bienes necesarios, le diré a quien sea que cuestione mi proceder. Lamentablemente muchas mujeres se quedan en el camino, con un hijo sangrante en el vientre y la vida cortada. Ellas ya no tienen voz, la falta de justicia por recibir atención médica ética y no moral, las ha matado. Pero algo tenemos que hacer, por los y las que han muerto en esta batalla, por nosotros, por la libertad, aunque sea gritar, aunque sea escribir. El arte siempre será pancarta de lo que no se dice de otra forma.
LA DESGRACIA DEL INFIERNO
MARIO PINEDA
El aborto es mierda para el cielo
gritaron los ministros de Dios a las mexicanas
La prohibición es alegría en el pene del diablo
revistas pornos de angelitas son regresadas al edén
se cancela la membresía del infierno
el amo no se masturbará más quiere ser padre
llegó el momento que su semen cumpla esta profecía
El diablo disfruta un tour de violadas en México
virgencitas descuidadas y bien cuidadas en el amor de los santos
son cogidas por la verga satánica en los rincones más oscuros de hogares con biblia
bares, conventos, baños públicos, escuelas
En cada metida se incendian las vaginas
las llamas empujan a los espermas con cuernos
seis penetran y oscurecen el óvulo
en los vientres ya crecen los pequeños anticristos
La estupidez católica y los persignados con el puño derecho
permitirán una buena camada de cabrones
Las futuras madres gritan aborto
El sacerdote abrazado por políticos les dice:
Lo siento hijas, así lo quiso el señor
vivan la desgracia de no ir al paraíso
o cárcel por asesinas
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