miércoles, 25 de agosto de 2010

Grietas 09

Sin nombre / Denisse Sanchez Ero









Un pasquín del Grupo
La Resistencia 2012
Número 9 / 25 Ago 201

Dirección: Jorge Manzanilla
palabrasgrietas@yahoo.com.mx
En la edición: Denisse Sánchez Erosa .
Bárbara López León . Argentina Casanova .
Mario Pineda . Adán Echeverría


Descarga el pasquín en PDF:
http://www.megaupload.com/?d=7J6K19Z2


Puedes opinar en el blog http://grietasmx.blogspot.com
Administrado por Israel Caballero.


EL DEDO
HÉCTOR CETINA MORALES 




¿Usted, Sr. Presidente, sabía que en la basura puede encontrarse de todo, pero
absolutamente todo lo que usted pueda y no deba imaginar? Mi padre,
pepenador desde los 10 años igual que yo y que mi abuelo, decía: Mi’jo, abra
bien sus ojos, entre la basura algún día puedes encontrarte un dedo; y me
quedé viendo los míos y viéndolo a él, pensativo. ¡Ah qué viejo tan vacilador
y asustador!, sonreí. Me dio un escobazo de los buenos en la cabeza y se
quedó todo serio, como nunca más volví a verlo.
Pero los años pasaron, Sr. Presidente, y mi padre santo se había
equivocado y había muerto, y yo tenido un hijo.
En el trabajo yo había encontrado desde la clásica mierda de perros o de
mis vecinos,  hasta el cadáver de un burro y un caballo que ya de por si era
mucho que decir, pero nunca, nunca un dedo. Se había equivocado toda una
vida mi melancólico padre.
Antes de entrar en detalle Sr. Presidente, déjeme decirle que esto de
limpiar las calles con una escoba y un bote oxidado si es una joda. Imagínese
limpiar todo lo que las personas van dejando como si nada por el día, y por la
vida misma. Kilos y kilos de fastidiosa basura. No  haya uno deverás, donde
meterla.
Fíjese que de joven, yo limpiaba la casa de sus compañeros. Si Sr., yo
era del escuadrón que pasaba como limpiador a Los Pinos, y desde entonces
se me quedó la costumbre de hablar con su compañero en turno. Me hacia
sentir importante, usted dispensara la confianza. Tampoco. No se imaginará
que tanta cosa le sacábamos a esa casa. Cosas muy finas por supuesto, pero
muy extrañas Sr. Presidente.
En una ocasión  sacamos una de esas bandas tricolores que se ponen en
el pecho, de esas con las que se ven bien elegantes. Lo raro fue que estaba
manchada de rojo, como sangre; después llegamos a la conclusión de que era
capsú o que su compañero tal vez se había cortado un dedo. Y sí, Sr. Presidente,
en ese mismo instante pensé en lo que me decía mi padre del dedo encontrado,
por que supongo que ese dedo u algún otro, se lo había encontrado en otro
momento mi padre, pero no quise mortificar a nadie y no dije nada a mi
cuadrilla, que le iban a entender a eso de los tiempos y de las señales.
Ahora sí al detalle, Sr. Presidente, mi hijo nunca quiso dedicarse a la
basura. Siempre huyó de ella y yo, a pesar del dolor que me causaba su
desinterés, me sentía feliz por él. Porque iba ser el primero de la familia en
mucho tiempo que no iba apestar a la hora del desayuno, la comida o la cena.
Ningún olor podrido al que uno se acostumbra, y nos hace ser bien insensibles
a todo y ante todos.
Yo creo que se nos pudre algo por dentro, Sr. Presidente. Se nos pudre
como el anuncio que se encontró mi hijo y que lo animó a enrolarse al servicio
de la policía, creyendo que así escaparía de nuestra herencia de basura, si Sr.
Pero que equivocado estaba, Sr. Presidente. Mi hijo no solo iba a apestar,
sino que iba a comer basura. Amanecería muerto en el basurero municipal sin
ropa, sin pedazos de su cuerpo, sin sus dedos de las manos, sin pies ni ojos,
pero con el rostro inconfundible, dentro de una bolsa negra, Sr. Presidente.
Sólo por su rostro, por eso pude reconocerlo.
Qué equivocado estaba mi padre, Sr. Presidente, que equivocado. Nunca
me encontré un dedo en la basura, nunca, nunca. Me encontré la cabeza de mi
hijo, y hasta hoy no encuentro lo demás, ni un dedo siquiera. Hay tanta basura
en todos lados que a cada esquina me detengo para ver si hay tengo suerte.
Quizás mi padre se encontró primero un dedo, hace mucho tiempo de eso Sr.
Presidente, hace mucho tiempo que pasa  eso, señor.
Se acuerda Sr. Presidente que le dije que algo entre tanta basura se nos
pudre, Creo que el tiempo también se nos pudre señor. Hay tan basura desde
hace tanto. Y yo solo con mi escoba, y usted solo con su banda. Y mi hijo
comiendo basura Sr. Presidente… y usted dispensará la confianza, pero es
que todavía no me encuentro ni uno solo de sus dedos, señor.





GUARDO MI SANGRE TIBIA EN BOTES DE PLÁSTICO
ILEANA GARMA











¿Cómo estás? dice la secretaria
o cualquier otro pedazo de cortina
le muestro el desayuno y el almuerzo
y la cena que enfriará junto a los revisteros
se los muestro para que entienda que no tiene im
que estoy justo aquí
no sé cómo
Ella sonríe ¡En el marco de los nuevos sistemas
sistemas flexibles claro
claro donde yo busco el aire sin horarios
un aire sin horarios sin engrapadora
sin engrapadora ciegamente
y prendo el monitor
Hay modelos me explican hay un currículum
Siento que mis senos no son del todo funcionale
No van con la "modernidad" no van
no van con la "modernidad" no van
y las luces en la oficina se apagan poco a poco
Yo me pego un post-it en el cuello
No van con la "modernidad" no van
¿Qué existe más? ¿mi carne o el teclado?
¿Mi boca atravesada por un recuerdo del sur
o el plumón amarillo?
No hay almanaques que escuchen
que escuchen las malas intenciones
las malas intenciones que se acuestan
se acuestan dentro de mí
No hay almanaques que escuchen
las gotas de rojas entrañas en todo mi cuerpo
y el tránsito de bocas internas
que reclaman
Después
Se multiplican las jefas de tacones rojos
los jefes de corbata negra debajo de las lámpara
Todos quieren dar la mejor reforma
Que haya una hora para ir al baño
Sí... y otra para suspirar
se necesita se necesita
Yo estoy entonces descaradamente triste
con un rostro poblado de casas abiertas
de casas sin mí
Me dicen entonces ¿por qué eres tan mal educa
Por favor
sonríe un poco.




ENSEÑANZA MEXICANA
MARIO PINEDA




Hincado en las chozas del salario mínimo
el pueblo aprende frágiles licenciaturas
de cómo soñar quincenas tiradas por aires acondicionados
en menos de ocho horas diarias
de cómo arranarse sobre almohadas v.i.p.
sin temor a los impuestos
de cómo remojar billetes en vino de tres ceros
comprando otro pomo con diferente cartera
de cómo tragar el segundo taco
en cuenta de cebolla por carne



Esta es una publicación de la Catarsis Literaria El Drenaje.
Si algo aparece publicado acá, seguro es que coincidimos en ideas.

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