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martes, 17 de enero de 2012

Grietas 116
























JESÚS PIÑA

LA NAVIDAD DE LOS BURGUESES

YOANA CORTEZ


Al encender la TV en el programa de Hoy, festejaron la navidad con un Santa Claus gordo y mediocre. Salió con el típico costal de regalos, repartió regalos a los niños de los productores. Juguetes marca Matel, Fisher Price, Barbie entre otros que sólo niños burgueses pueden tener. Y por si fuera poco para consolación de los niños pobres que estaban mirando el televisor les envió un mensaje: "Que el trabajo de los duendes es recolectar las buenas intenciones de los niños". Pero al ver mi cruda realidad en Chilpancingo vi unos niños sucios, desnutridos, descalzos que no piensan en un buen regalo de marca prestigiosa. Sino en vender unas cuantas flores marchitas para poder irse a dormir, sin cena por supuesto. Para mí la Navidad sólo es para la burguesía que sólo pueden gozar de una cena, de un buen regalo. Es simplemente vanidad.

Es muy cierto que las familias se reúnen supuestamente a festejar el nacimiento de Jesucristo, además de convivir con familia y seres queridos, pero la realidad es que sólo se reúnen para presumir el mejor vestido, el mejor sueldo, los costosos regalos, calzados y demás banalidades productos de los aguinaldos. Realmente muchos sabemos que la navidad es parte de la mercadotecnia para poder vender,

recordemos que estas son épocas de mucha ansiedad porque nosotros los mexicanos estamos acostumbrados a no recibir mucho dinero, y es precisamente en estas fechas donde el dinero que recibimos nos causa mucha emoción y queremos comprar todo lo que vemos en las tiendas o en la televisión; lo bueno que el niño pobre seguirá con el anhelo de un regalo que jamás va a obtener mientras que el niño burgués sin ningún esfuerzo recibirá todo lo que sus padres le quieran consentir.



FELIZ APOCALÍPTICO 2012

JORGE MANZANILLA


Ya estamos en el año de las elecciones presidenciales y los tres candidatos están más que listos para disputar la silla más corrupta del país. No hace mucho fuimos conmovidos por el video navideño de Peña Nieto con su amada y guapísima "Gaviota". El señor Peje y Doña Josefina hicieron lo mismo por las distintas vías de comunicación; les recuerdo que este es el año del apocalipsis, el año de los juegos olímpicos, en que Esta humanidad tan llena de Grietas culmina. El 2010 fue el año del bicentenario donde el gobierno federal nos aglomeró de información y de festejos patrióticos, por otra parte los excesos de violencia no se detuvieron; el 2011 la narcoviolencia fue dominante y controladora en todos los aspectos sociales que respecta. Chilpancingo, Guerrero, es una de las capitales más mutiladas en todos los aspectos. El 2012 pinta para ser uno de los años en donde el gobernador Ángel Aguirre tendrá que enfrentar a los polémicos alumnos de la normal de Ayotzinapa. El 2012 no pinta mejorías políticas para nuestro lindo y hermoso México querido, desgraciadamente no existe hoy en día un candidato que tenga capacidad para trabajar para el pueblo. Le pido a Dios o al Chapulín Colorado que pase algo extraordinario para poder salvarnos de la avalancha corrupta del 2012. No es que sea pesimista, niun redactor amargado cuya labor sea la de alarmar a todos los lectores de GRIETAS, simplemente no veo situación que pueda enfrentar esta bola de mequetrefes, pseudo gobernantes, impíos, y demás adjetivos que en lo último que piensan es en nosotros. Pero eso sí, dijera el buen canta autor Chava Flores "A que le tiras cuando sueñas mexicano", nos veremos en unos cuantos meses con playeras de colores amarillos, verdes, azules con caras hermosas de los políticos, cada uno con su mejor sonrisa, besando niños, ancianos, visitando las comunidades más jodidas del país. Soportando calores, bochornos, demandas. Harán todo tipo de sacrificio para poder obtener el premio mayor:

SER PRESIDENTE DE MÉXICO. Que es finalmente todo lo que anhelan, robar para sus familias y olvidarse de los demás. No importa el color-político. Y finalmente como ocurre sexenio tras sexenio estaremos ahí suplicando una limosna, una despensa, quizás un mandil, o una playera, o gorra, qué se yo… Estaremos gozando de lo que X o Y candidato nos regale, porque el mexicano está acostumbrando a consumir pan y circo. PERO ESO SÍ. Después estaremos sufriendo la alza de precios, el IVA que consume nuestra economía, estaremos viendo cómo nuestros hijos y familiares sobreviven a otro nefasto sexenio, justo como hemos estado sexenio tras sexenio, primero queja, luego porra presidencial y otra vez queja. ¿Cuándo dejaremos este maldito triángulo? ¿Cuándo los políticos dejarán de burlarse de nosotros? Lo peor de todo y lo que más tristeza da, que como dijera mi santa abuela "Estás viendo el temblor y no te incas" a pesar de toda la ola de violencia y dolores económicos no falta quien defienda a gente tan asquerosa intelectualmente hablando como Peña Nieto, no falta los de la nueva y vieja izquierda defendiendo a capa y espada al Peje no falta las pseudo feministas/panistas del lado de Doña Josefina. Nunca falta, ni faltará.

Este es el 2012, el apocalipsis empezará no en diciembre como muchos han mencionado, el día del juicio final está el 2 de Julio y será en México…




LOS POBRES COMEN AIRE

KIKE FERNÁNDEZ


La noche jamás duerme, menos con una botella de vino;

anoche llamé a tu casa, el barrio pobre de Lima, nadie respondió,

quería hablarte, decirte que mi cadáver es mi propio asesino,

pero ya ves, es destino siempre cachaciento, se me esfumó.

Ahora, sin pasado, presente o futuro, vago por la catedral,

soy viudo testigo, de lo que alguna vez fue mi funeral,

los pobres no tienen que comer, como el ciego nada que ver,

los pobres huyen, sudan , se encogen, están condenados a

perecer.


POÉTICA DEL MONSTRUO

PABLO LACROIX

El poema es un monstruo. Mientras más desarrollada sea la imagen, más impacta a quien la observa, ya que el poema, al igual que el monstruo, es fondo y forma que constituyen un ser. He aquí la problemática de la construcción poética; no es el estilo ni el valor estético lo que define la calidad, sino la unión adecuada entre fondo y forma al momento de conformar la imagen. Por tanto, la construcción poética como producto imaginario y visual, se relaciona con los espacios visibles del concepto creación, creador y “criación”.

El poeta crea el imaginario, la intención y el sentido, pero también cría la estética, entregándole al monstruo la forma adecuada, la carne precisa para generar el impacto necesario. Rimbaud, en una de sus cuantas visiones fue ingenioso al decir que “el poeta no sólo debe ser un artista sino también un vidente, ya que su destino no es el cielo azul sino el abismo sin fondo de lo desconocido”.

El poema es el acto de creación, pero como buen cirujano (o alquímico) el poeta debe otorgarle los injertos adecuados. El poema no debe presumir sus garras, ni el pelaje, o el filo de sus colmillos. El poema debe impactar con lo invisible, atrapar al lector, encararlo desde adentro, trabajar en los planos mentales de la lectura, y evitar que el llamado de atención surja en los ojos (cualquiera arrancaría un grito con una máscara en el rostro).

Anguita, ingeniero de la estética, consciente de la soberanía del impacto, promulgó tremendo interés en la “perfecta construcción, como unidad que determina la elección y selección de materiales al servicio de la cosa creada, como elemento que sin ella sencillamente se derrumbaría y destruiría por si sola ante los ojos del que advierte y presencia”. La –cosa creada– debe defender su cualidad y calidad monstruosa; el poema como monstruo del impacto no puede derrumbarse ni destruirse por la mirada del lector, ya que el lector no puede ser verdugo del poema, sino que al contrario, el poema debe transformarse en el verdugo que guillotina al ser leído.

Pero OJO. La obra como verdugo asesina o da vida, emerge risas o llantos. No hay que asociar al monstruo con lo horrible, lo negro o el desagrado. La poesía impacta, como el monstruo, pero no impone el terror (como los dictadores). Lo importante es que el poema guillotine[1], no que fusile, lo que importa es que el lector se entregue a la obra, no que la obra peligre frente al lector.

No es trascendental lo que genera el impacto, LO QUE TRASCIENDE ES QUE EL IMPACTO SE GENERE.



[1] Entiéndase “como perder la cabeza”, en el sentido de caer en las redes del texto.


lunes, 3 de octubre de 2011

Grietas 95











Miguel Jesús Escalona




LITERATURA JOVEN O JÓVENES EN LA LITERATURA

ALEJANDRO IPATZI PÉREZ


La joven literatura comienza a parecerme muy vieja. En aras de una mejor profesionalización, de una excesiva exposición al mundo, adquiere hábitos perniciosos. Los jóvenes escritores quieren ser ya maduros críticos de un sistema que aún no acaban de comprender en todas sus peculiaridades. Eso está bien. El problema radica en que el resultado es una simplista forma de auto conmiseración. Cuando más en una forma evasiva recargada de reflexiones sin objetivo.

Asomado al estante de las más recientes producciones de Tierra Adentro, noté una cosa curiosa: estaba a punto de comprar un libro de X autor; su cuarta de forros me hablaba de una serie de páginas en las que encontraría algunos párrafos interesantes. Pero luego tomé otro libro, luego otro, y luego otro más, y entonces sufrí un empacho asqueado ante tanta trivialidad publicada. Lo que en un solo libro se me hizo como interesante, en muchos se me hizo tan carente de contenido. De todos los títulos exhibidos, no pude encontrar algo que me hiciera sentir las ganas de desembolsar los, por otra parte, módicos pesos que costaban dichos ejemplares. Y es que vistos así, en grupo, todos esos libros se me antojaron tan similares en su estéril contenido que no pude menos que darles la vuelta y recurrir a otros estantes

Y es que cuando siento ganas de leer, no quiero estar desentrañando acertijos, ni descifrando códigos en un extraño lenguaje encriptado. ¿Qué quieren decir? ¿A quién se lo quieren decir? Hace poco, en una presentación de libros, se quejaba el joven autor del poco nivel de lectura de los mexicanos. Pero en cuanto comenzó a leer sus poemas, varios, si no es que todos los presentes, no pudimos menos que justificar el asco que la población mayoritaria siente por los libros. Y es que, ¡qué malos eran sus poemas! Acabé preguntándome dónde estaban esos textos sabrosos, esas anécdotas entretenidas, esas tan disfrutables historias que hagan a la gente joven acercarse con gusto a los libros; y sobre todo a los libros de la gente joven. Yo no entiendo cómo ante tanta juventud, su literatura esté tan sobrecargada de un atroz pesimismo existencial. Uno lo comprendería de quienes han visto pasar sus mejores años. Pero de quienes apenas comienzan…, cuando tienen aún un mundo de oportunidades para mejorar las cosas. Y dedicados a la cómoda quejumbre, pues como que no me va. Resulta tramposo, artificial, manido, ejercer tan bárbara descarga de amarguras en una edad que por obvias razones no han tenido tiempo de padecer. Lo peor de todo es que se vienen replicando, generación tras generación, los mismos temas aunque con diferentes enfoques. El ensañamiento hippie, el desenfreno disco, el desenfado ochentero, el hastío de la generación X, el cinismo yuppie, la robotización actual, el aislamiento post informático. Quizá se trata, como pude contemplar en el after de esa misma presentación, de cultivar una flojera reflexiva, para posteriormente regarla profusamente con litros y litros de cerveza y alcohol. Quizá ese sea el camino por el cual llegaron a decidir que, después de todo, lo que más les convenía era ser poetas. Quizá.


COLMILLO ATASCADO

PABLO LACROIX


Un piojo habló esa noche tus palabras

mi cerebro vomitó los recuerdos de tu muerte

se enredó entre mis liendres la culpa de olvidarte

Deliro tercamente como cuerno embravecido

mis uñas crecen, los vicios me imprecan

y lloro como costra, lloro como cuajo

brindando al eclipse por esta vida lluviosa

¡Muerde mi cuello, muérdelo una vez más!

¿Por qué trato de olvidar la ausencia de tus celos?

Muerde mis tripas, estos gusanos y mi pulmón de Ónix

sólo muérdeme una vez más

tal como en la noche en que nacías bajo un buitre.


DIOS

ROBERTO TOM GARCÍA


Dios,

Dios por la noche

no existe cuerpo que le ampare

el borracho expele miedo al encarar la muerte,

frío momento antes de acostarse.

El Cholo arrumado a un costado del brasero

custodia al pelusa que desvela su primera colcha sin madre.

Dios,

Dios pasea con abrigo

cuando el feriante levanta la cortina, barre la acera

y un tibio rayo despierta al colero.

Cánticos desde la acera

forran con franela una pobreza ignorante

el megáfono ruidea:

"En tus bolsillos llevas droga, en tu cuerpo tienes droga, Jehová te liberará"

-cambié la palabra droga por olor a Myriam y Jehová por vagar-.

Dios,

Dios descansa al atardecer en los ojos choros de niños gatos

pelusas roban camiones varados en las calles colindantes

frutas, verduras, algún que otro tarro de jurel

para tranzar en la gran mesa, caleta Mapocho.

Se rozan, cuidan, duermen sobre sacos, rozan miembros

ojo semiabiertos de tanta pasta y persecuta.

Dios,

Dios es la moneda sobrante

con la cual no compro descanso en el bar purgatorio.

Dios es la moneda escasa que mendigo en un tacho hereje.

"Como buen parroquiano"

Vuelco los bolsillos sobre la barra:

jarra plástico, naranja, medio pato

tres rodajas de pan, al centro

un pebre sin cuchara.

Es la tierra prometida por el dios ausente

que conquisto con mi caracho sobre el plástico

mantel floreado y la mesa coja.


NADA

BEATRIZ CECILIA


No quiero estar presente

cuando la campana de la iglesia llame

a velar otro muerto.

No quiero ver de frente a esas mujeres

que lloran a sus hijos con las cuencas llenas

de preguntas y resentimiento.

Cuando se habla de muerte

en mi país,

se sabe que detrás

habita la injusticia.

Que mi lírica cantara a los amaneceres quisiera

al perfume del ritual amoroso,

a los buenos augurios que corren con el viento,

a los muchos pensamientos puros,

a la armonía que transparentan las estrellas,

a la vida al futuro.

Pero las auroras nos sorprenden bañados en sangre,

el amor se reparte como refugio

en el consuelo,

la esperanza y los anhelos se mudaron a otras tierras,

la pureza se amputa al primer balbuceo,

las luces celestes velan los cadáveres

a manos del anónimo,

la vida se nos se nos revuelca entre las manos

y el futuro ya no ocupa un lugar en la existencia.

Ahora no tengo tiempo para esperar los frescos amaneceres

y los ocasos suman ya más de cincuenta mil,

Pero lo peor de todo, lo peor

es que cuando leas estas líneas

los datos serán anacrónicos,

familias llorarán

a sus hijos, a sus padres,

decenas de mujeres asesinadas aparecerán en los tabloides,

volverá a tañer la campana

y seguiré aquí

muy cerca,

haciendo nada.

Grietas 95











Miguel Jesús Escalona




LITERATURA JOVEN O JÓVENES EN LA LITERATURA

ALEJANDRO IPATZI PÉREZ

La joven literatura comienza a parecerme muy vieja. En aras de una mejor profesionalización, de una excesiva exposición al mundo, adquiere hábitos perniciosos. Los jóvenes escritores quieren ser ya maduros críticos de un sistema que aún no acaban de comprender en todas sus peculiaridades. Eso está bien. El problema radica en que el resultado es una simplista forma de auto conmiseración. Cuando más en una forma evasiva recargada de reflexiones sin objetivo.

Asomado al estante de las más recientes producciones de Tierra Adentro, noté una cosa curiosa: estaba a punto de comprar un libro de X autor; su cuarta de forros me hablaba de una serie de páginas en las que encontraría algunos párrafos interesantes. Pero luego tomé otro libro, luego otro, y luego otro más, y entonces sufrí un empacho asqueado ante tanta trivialidad publicada. Lo que en un solo libro se me hizo como interesante, en muchos se me hizo tan carente de contenido. De todos los títulos exhibidos, no pude encontrar algo que me hiciera sentir las ganas de desembolsar los, por otra parte, módicos pesos que costaban dichos ejemplares. Y es que vistos así, en grupo, todos esos libros se me antojaron tan similares en su estéril contenido que no pude menos que darles la vuelta y recurrir a otros estantes

Y es que cuando siento ganas de leer, no quiero estar desentrañando acertijos, ni descifrando códigos en un extraño lenguaje encriptado. ¿Qué quieren decir? ¿A quién se lo quieren decir? Hace poco, en una presentación de libros, se quejaba el joven autor del poco nivel de lectura de los mexicanos. Pero en cuanto comenzó a leer sus poemas, varios, si no es que todos los presentes, no pudimos menos que justificar el asco que la población mayoritaria siente por los libros. Y es que, ¡qué malos eran sus poemas! Acabé preguntándome dónde estaban esos textos sabrosos, esas anécdotas entretenidas, esas tan disfrutables historias que hagan a la gente joven acercarse con gusto a los libros; y sobre todo a los libros de la gente joven. Yo no entiendo cómo ante tanta juventud, su literatura esté tan sobrecargada de un atroz pesimismo existencial. Uno lo comprendería de quienes han visto pasar sus mejores años. Pero de quienes apenas comienzan…, cuando tienen aún un mundo de oportunidades para mejorar las cosas. Y dedicados a la cómoda quejumbre, pues como que no me va. Resulta tramposo, artificial, manido, ejercer tan bárbara descarga de amarguras en una edad que por obvias razones no han tenido tiempo de padecer. Lo peor de todo es que se vienen replicando, generación tras generación, los mismos temas aunque con diferentes enfoques. El ensañamiento hippie, el desenfreno disco, el desenfado ochentero, el hastío de la generación X, el cinismo yuppie, la robotización actual, el aislamiento post informático. Quizá se trata, como pude contemplar en el after de esa misma presentación, de cultivar una flojera reflexiva, para posteriormente regarla profusamente con litros y litros de cerveza y alcohol. Quizá ese sea el camino por el cual llegaron a decidir que, después de todo, lo que más les convenía era ser poetas. Quizá.

COLMILLO ATASCADO

PABLO LACROIX

Un piojo habló esa noche tus palabras

mi cerebro vomitó los recuerdos de tu muerte

se enredó entre mis liendres la culpa de olvidarte

Deliro tercamente como cuerno embravecido

mis uñas crecen, los vicios me imprecan

y lloro como costra, lloro como cuajo

brindando al eclipse por esta vida lluviosa

¡Muerde mi cuello, muérdelo una vez más!

¿Por qué trato de olvidar la ausencia de tus celos?

Muerde mis tripas, estos gusanos y mi pulmón de Ónix

sólo muérdeme una vez más

tal como en la noche en que nacías bajo un buitre.

DIOS

ROBERTO TOM GARCÍA

Dios,

Dios por la noche

no existe cuerpo que le ampare

el borracho expele miedo al encarar la muerte,

frío momento antes de acostarse.

El Cholo arrumado a un costado del brasero

custodia al pelusa que desvela su primera colcha sin madre.

Dios,

Dios pasea con abrigo

cuando el feriante levanta la cortina, barre la acera

y un tibio rayo despierta al colero.

Cánticos desde la acera

forran con franela una pobreza ignorante

el megáfono ruidea:

"En tus bolsillos llevas droga, en tu cuerpo tienes droga, Jehová te liberará"

-cambié la palabra droga por olor a Myriam y Jehová por vagar-.

Dios,

Dios descansa al atardecer en los ojos choros de niños gatos

pelusas roban camiones varados en las calles colindantes

frutas, verduras, algún que otro tarro de jurel

para tranzar en la gran mesa, caleta Mapocho.

Se rozan, cuidan, duermen sobre sacos, rozan miembros

ojo semiabiertos de tanta pasta y persecuta.

Dios,

Dios es la moneda sobrante

con la cual no compro descanso en el bar purgatorio.

Dios es la moneda escasa que mendigo en un tacho hereje.

"Como buen parroquiano"

Vuelco los bolsillos sobre la barra:

jarra plástico, naranja, medio pato

tres rodajas de pan, al centro

un pebre sin cuchara.

Es la tierra prometida por el dios ausente

que conquisto con mi caracho sobre el plástico

mantel floreado y la mesa coja.

NADA

BEATRIZ CECILIA

No quiero estar presente

cuando la campana de la iglesia llame

a velar otro muerto.

No quiero ver de frente a esas mujeres

que lloran a sus hijos con las cuencas llenas

de preguntas y resentimiento.

Cuando se habla de muerte

en mi país,

se sabe que detrás

habita la injusticia.

Que mi lírica cantara a los amaneceres quisiera

al perfume del ritual amoroso,

a los buenos augurios que corren con el viento,

a los muchos pensamientos puros,

a la armonía que transparentan las estrellas,

a la vida al futuro.

Pero las auroras nos sorprenden bañados en sangre,

el amor se reparte como refugio

en el consuelo,

la esperanza y los anhelos se mudaron a otras tierras,

la pureza se amputa al primer balbuceo,

las luces celestes velan los cadáveres

a manos del anónimo,

la vida se nos se nos revuelca entre las manos

y el futuro ya no ocupa un lugar en la existencia.

Ahora no tengo tiempo para esperar los frescos amaneceres

y los ocasos suman ya más de cincuenta mil,

Pero lo peor de todo, lo peor

es que cuando leas estas líneas

los datos serán anacrónicos,

familias llorarán

a sus hijos, a sus padres,

decenas de mujeres asesinadas aparecerán en los tabloides,

volverá a tañer la campana

y seguiré aquí

muy cerca,

haciendo nada.